8 consejos para mantener una relación equilibrada de coparentalidad
Si bien es cierto que el niño se encuentra en el corazón de la relación que se desarrolla con el copadre, es importante tener en cuenta que lo mejor para el beneficio de todos es aprender a sobrellevar una relación equilibrada con la otra persona implicada.
Uno no puede establecer dinámicas de familia de la noche a la mañana, es un proceso que toma tiempo y aprendizaje, por lo cual es de suma importancia el poder tener la habilidad de comunicar de forma objetiva, constructiva y prudente para poder llegar a acuerdos, establecer objetivos y límites comunes, y de vez en cuando negociar sobre el punto de vista propio y el del otro.
Es por eso que aquí proponemos un conjunto de 8 consejos que le ayudarán a mantener una relación equilibrada con el copadre de su hijo.
1. Trate de ser flexible.
Cuando se es flexible, se deja la puerta abierta a los acuerdos, al debate, a los compromisos… Es lo que al final de cuentas se busca, la “comunicación”. Así que ya podrá imaginarse porqué el ser flexible es algo positivo para todo el mundo.
Muchas veces los planes pueden cambiar a última hora, y puede suceder que tal vez alguien olvidó hacer o decir algo que era importante en el momento. Esto le puede pasar a cualquiera. Recuerde que el enfadarse o mantenerse estático en su punto de vista puede tener como resultado que el copadre sea menos comprensivo en un futuro cuando usted deba hacer un cambio de planes de última hora.
En importante saber que el ser flexible es una competencia, y como tal, es algo que se desarrolla con la práctica. Sin lugar a dudas es una competencia que usted tendrá desarrollar en la medida en la que su hijo crece, ya que sus necesidades y circunstancias cambiarán con los años, así que siempre es mejor estar dispuesto a adaptarse.
2. Todo parte de la empatía.
Criar un hijo no es una tarea fácil y requiere una cantidad de energía descomunal. Si a esto se le suma una vida profesional, las actividades cotidianas, los pequeños trámites de todos los días, los desplazamientos, y tantas otras cosas que componen el día a día, puede ser que la fatiga le haga pasar por alto algún detalle o cometer algún error.
Así que antes de emitir juicios o hacer una reclamación, intente ponerse en los zapatos del otro. Parta de la base que la otra persona hace parte de su equipo, razón por la cual la resolución de conflictos debe pasar por una búsqueda de soluciones y no de responsables.
Cuando el amor hacia su pequeño es la prioridad, es importante tener un aliado, alguien con quién contar y de vez en cuando compartir preocupaciones, fatigas y delegación de tareas, así esto implique cambiar los planes que estaban previstos desde un principio.
3. Planee y programe en cooperación con el copadre.
Ya sea que se trate de la dinámica cotidiana o de actividades ocasionales, es importante prever con antelación la forma en la que cada uno de los copadres estará implicado. ¿Es mejor asistir a un evento escolar juntos? ¿Es preferible que cada copadre asuma ciertas actividades con el niño de forma individual? Todo depende de la relación que usted haya preestablecido con su coequipero.
Al final de cuentas lo importante involucrar al copadre en la vida del niño de la forma más sana posible, siempre respetando los acuerdos impuestos en la relación desde un principio. No dude en compartir responsabilidades como visitas al médico, reuniones de padres en la escuela, actividades extracurriculares, etc.
Siempre es un desafío hacer un cronograma compartido, así que la mejor opción es planear de antemano teniendo en cuenta las actividades y disponibilidades de los padres.
4. Mantenga un canal de comunicación abierto.
Nunca está de más repetirlo, el niño y su bienestar es el eje de convergencia entre usted y el copadre, y seguramente este se beneficiará de una comunicación clara entre las partes. Si el copadre está al tanto de lo que sucede en la vida del niño, también estará en capacidad para brindar su apoyo o reforzar ciertos comportamientos (tales como hacer un deporte, un nuevo pasatiempo, una crisis adolescente, etc.).
En internet existen herramientas excelentes para crear agendas compartidas. Si alguien debe salir de la ciudad por temas laborales, si hay un contratiempo, si hay necesidad de asistir a una actividad escolar, lo mejor es poder contar en tiempo real con la agenda de la otra persona para poder tomar decisiones de una forma más cómoda.
También es una buena idea solicitar duplicados frente a temas fundamentales como informaciones escolares. Hoy en día muchas escuelas lo hacen, solo basta con solicitarlo.
5. Contribuya a que su hijo se sienta conectado con el otro padre.
En casa, dependiendo de cuán cómodo se sienta con la idea, puede poner fotos del niño con sus padres, ya sea en su habitación o, si así lo prefiere, en áreas compartidas de la casa. De esta forma el niño sentirá un sentido de pertenencia hacia ambos padres y sabrá que ambos hacen parte de su vida en todo momento.
También es importante mantener una actitud positiva frente a lo que su hijo le cuenta acerca del tiempo que pasa con el otro padre. Esto le ayudará a desarrollar un sentido de confianza en la comunicación con ambos.
De la misma forma, puede ser una buena idea motivar a su hijo a enviar un mensaje o hacer una llamada al otro padre cuando está pasando tiempo con usted. Esto creará una relación más sólida que con el tiempo dará sus frutos y le hará entender que el lazo que los une no se limita a las cuatro paredes de una casa. Además de permitirle al copadre de sentirse incluido en la crianza.
6. Esté preparado para lidiar con sentimientos complejos.
Cuando su hijo esté compartiendo tiempo con el copadre o le cuente sobre el tiempo que han compartido juntos, es posible, en algunos casos, experimentar sentimientos de abandono, celos, soledad o incluso decepción. Trate de ver el lado positivo de la situación, ese tiempo sin su hijo puede permitirle descansar, relajarse, invertir tiempo en actividades personales o incluso disfrutar de su vida social y romántica.
El haber programado de antemano su ausencia le ayudará a usted a organizar actividades de enriquecimiento personal como hacer ejercicio, visitar amigos o familia, etc.
Si de todas formas le sigue siendo difícil gestionar sus sentimientos, acuerde desde un principio con el copadre una cierta medida de contacto. Ya sea corta una llamada antes de la hora de dormir, un mensaje de texto, una foto de las actividades del día, cualquier cosa que le pueda ayudar a tranquilizarse. Sin embargo, no olvide respetar los límites del tiempo que el niño pasa con el copadre.
Hoy en día los teléfonos celulares cuentas con una amplia gama de aplicaciones que hacen que todo esto sea más fácil y tome tan solo un par de minutos.
7. Entienda que existen diferentes estilos para criar un hijo.
Si bien existen acuerdos y un hilo conductor en las metas que se han fijado ambos copadres para asegurar el bienestar del niño, a veces habrá situaciones con las cuales usted puede no estar completamente de acuerdo, pero que son susceptibles de aportarle experiencias positivas a su hijo.
Lo primero es reconocer si se trata de diferencias de estilo o si son realmente requerimientos esenciales para salvaguardar la integridad del niño. Por ejemplo, si usted es vegetariano y el copadre no comparte el mismo punto de vista, estamos hablando de una diferencia de estilo. Deje que el niño experimente con las situaciones, háblelo con el copadre y, por qué no, establezca espacios en los cuales ambas situaciones puedan converger.
Mientras la salud y la seguridad del niño no se vean comprometidas, hay ciertas cosas que usted debe dejar que se resuelvan de forma natural, sin necesidad de entrar en debates o inflingirse un estrés innecesario.
8. Trate en lo posible de conciliar manteniendo una actitud positiva.
Nadie está exento de tener diferencias en cualquier tipo de relación, y esto es aún más cierto cuando el tema en cuestión es criar un hijo. En lo posible, debe tratar de comunicar de la misma forma en la que usted desea ser tratado. Muchas veces se tiene la costumbre de emitir aseveraciones con formulaciones negativas que pueden hacer el copadre se sienta atacado, juzgado o criticado.
Así pues, un aspecto básico de la comunicación es permitir a la otra persona de buscar alternativas colectivamente en vez de hacerle sentir arrinconado e inapropiado. Formulaciones como “no me gusta que…” pueden formularse de forma positiva, por ejemplo: “prefería que…” o “has considerado la opción de…”.
Cuando cambiamos la palabra “confrontar” por “construir”, cambiamos la forma de afrontar las situaciones que se presentan día a día y establecemos una dinámica en la cual el equilibrio se encuentra en el centro de la discusión.