Co-padre: definición

Co-padre: definición

Durante los últimos años, otra forma de hogar se ha sumado al modelo tradicional de familia al que estamos acostumbrados. Con el concepto de co-paternidad, cada co-padre, ya sea que viva en pareja, sea soltero u homosexual, tiene la posibilidad de tener un bebé sin tener que vivir de forma permanente con el bebé o con el otro padre. Este enfoque es la base de la co-paternidad, pero en realidad es más complejo y tolerante. Antes de discutir sus extensas características, primero tratemos de definirla mediante sus muchas ventajas.

¿Qué es un co-padre?

Los co-padres tradicionales

La co-paternidad que estamos acostumbrados a ver involucra a dos padres divorciados que comparten la custodia de su hijo. Esta situación se refleja con una estancia de una semana con el padre, otra con la madre o cada dos fines de semana en casa del uno o del otro, dependiendo de la organización que se haya establecido.

Co-padres en su nueva forma

Basado en los mismos principios, el concepto de co-paternidad puede referirse a dos personas que acuerdan criar a un bebé juntos y proporcionarle todo el amor que necesita. Los co-padres son padres biológicos unidos por el deseo de dar a luz y cuidar a su hijo como cualquier «padre normal», sin necesidad de tener que enamorarse el uno del otro. Puede ser un simple conocido, un amigo de la infancia, pero en la mayoría de los casos, se conocen en Internet y llevan a cabo su proyecto juntos.

Ser un co-padre tiene la ventaja de poder cuidar a un niño con sólo el 50% y poder compartir todos los gastos relacionados con su educación y su vida diaria. Todos los deberes y responsabilidades se definen de antemano, antes de comprometerse a desempeñar este importante papel. Esto último puede ser particularmente difícil si ambas partes no logran ponerse de acuerdo y no desempeñan sus respectivos papeles. Antes de embarcarse en este proyecto, se debe considerar seriamente cualquier problema que pueda surgir.

¿Quién puede convertirse en co-padre?

Co-padres homosexuales

Además de las diversas formas de co-paternidad, cualquier adulto en edad fértil puede convertirse en co-padre si así lo desea. Además, las personas homosexuales son las primeras en inclinarse por la co-paternidad. En esta forma de familia, hay dos (co-padres solteros) o cuatro (co-padres en pareja) co-padres. Se trata de dos parejas de homosexuales, lesbianas y gays, que deciden concebir un hijo para poder amarlo y criarlo. Cada pareja mantiene su privacidad mientras asume su papel como padres.

Mediante métodos de concepción naturales, artificiales o de otro tipo, uno de los dos cónyuges lleva a cabo la procreación y espera el nacimiento del bebé para compartir la custodia y las obligaciones. Los co-padres biológicos actuarán como padres legales del bebé, mientras que sus parejas serán co-padres sociales.

Co-padres heterosexuales

Luego de las familias del mismo sexo, también los adultos de orientación sexual opuesta pueden participar en esta forma particular de familia. Cuando se alcanzan ciertas edades, es posible que la persona sienta la necesidad de ser padre o madre y decida convertirse en co-padre.

En este caso, los co-padres heterosexuales son personas solteras y no tienen ningún compromiso. Gracias a su deseo de tener un hijo y de cuidarlo parcialmente, buscan formas de asumir la responsabilidad como padres, sin tener que vivir bajo el mismo techo ni vivir una historia de amor.

Co-padres mixtos

La co-parentalidad mixta se refiere a dos adultos, uno homosexual y el otro heterosexual, que cuidan a su hijo juntos sin vivir en la misma casa o estar enamorados. En la mayoría de los casos, son solteros y quieren tener un bebé. La co-paternidad se da de la misma forma, la única diferencia radica en la orientación sexual de cada co-padre. En esta relación, cada uno vive su vida, pero cuida al niño tal y como se estipula en el contrato.

¿Por qué convertirse en co-padre?

Inaccesibilidad a otros mecanismos

La co-paternidad mixta o entre personas del mismo sexo, la dificultad de acceso a otros mecanismos anima a los co-padres a elegir este enfoque. Dado que la procreación médicamente asistida es una práctica reservada para parejas casadas con problemas de fertilidad diagnosticados, las parejas de lesbianas no tienen más remedio que proceder mediante la co-paternidad. Las parejas gays, por otro lado, ven desaparecer su sueño de procreación ante la prohibición de la gestación subrogada en su país. Trasladarse a otro país sigue siendo una solución, pero, aun así, es necesario obtener los medios necesarios para llevar a cabo todo el acto.

La espera y las incidencias de la vida

En algunos casos, los futuros padres pueden iniciar un proceso legal de adopción, pero la discriminación durante el proceso los impulsa a buscar otra solución. Si una pareja del mismo sexo consigue adoptar un niño, esto sólo dará cuenta de las dificultades encontradas durante el proceso de validación. Además de la espera, estos obstáculos desaniman a los futuros adoptantes a tomar una decisión. La ventaja de cuidar de un hijo entre dos personas, incluso si se está soltero, es lo que atrae a los futuros co-padres a elegir este camino. Sin embargo, el bienestar del niño sigue siendo la prioridad en una relación de co-paternidad.

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