¿Valen la pena los cursos de paternidad si soy co-padre?

Con los cursos de paternidad volviéndose cada día más populares, puede que nos preguntemos si deberíamos tomarlos y si realmente vale la pena invertir nuestro tiempo y nuestro dinero en algo que no estamos seguros si nos servirá. Y la respuesta en la mayoría de los casos es: nunca está de más saber un poco más.

Cursos de paternidad para co-padres

Un buen curso de paternidad es aquel que ofrece no solo información, sino que trata de buscar conjuntamente respuestas a sus preguntas, es aquel que le ayuda a trabajar sobre usted mismo y sobre su autoestima como padre. El poder ser un buen padre es una habilidad que se desarrolla cuando se tienen las herramientas apropiadas, y cuando se es co-padre se tiene la ventaja que su único foco de atención radica en el niño.

Hoy en día los cursos de paternidad se adaptan a los diversos tipos de familia y de la misma forma que los hay para para parejas, también los hay enfocados en los padres solteros y la copaternidad. Si bien la copaternidad voluntaria hasta ahora está saliendo a la luz pública como una alternativa familiar común, las herramientas son las mismas pues el objetivo no se centra en temas de pareja sino en el bienestar del niño

No se sienta intimidado si los anuncios de los cursos de copaternidad hablan generalmente de “padres divorciados”, como ya sabe, la lógica detrás sigue siendo la de criar a sus hijos con las mejores herramientas en dos hogares separados. Usted estará rodeado no solo de padres que tienen sus mismas inquietudes, sino también de profesionales que se encuentran más familiarizados con el tema que usted, sobre todo si es la primera vez que se embarca en esta aventura.

Tenga en cuenta que existen dos tipos de cursos, en primer lugar, los cursos de copaternidad y en segundo lugar los cursos de paternidad paralela. Son dos cosas muy diferentes, pues cuando hablamos de paternidad paralela, hablamos de tensiones familiares de alto riesgo que pueden implicar relaciones tóxicas o incluso violencia intrafamiliar. Es por esto mismo que en buen acuerdo de copaternidad lo más apropiado para usted es evitar esos cursos de paternidad paralela pues se enfocan más en temas de divorcios conflictivos que en el aspecto de la paternidad compartida. 

Habiendo escogido un curso de paternidad o de copaternidad, según la disponibilidad en zona, tenga claros sus objetivos, recuerde que definitivamente no existe tal cosa como un curso que responda a todas las preguntas. Lo mejor es que usted trate de encontrar un curso que apunte a empoderar a los nuevos padres para que se sientan en capacidad de manejar las nuevas situaciones que se les presentarán durante su nueva vida familiar.

Ya sea que decida tomarlo por su cuenta o en conjunto con el otro co-padre, aquí tiene una lista de ventajas y desventajas que le harán reflexionar acerca de su utilidad y si es algo conveniente en su caso particular:

Ventajas

Ganar confianza

Definitivamente los cursos de paternidad no le enseñaran absolutamente todo lo que debe saber acerca de un niño, como ya se imagina, ser un padre ejemplar no es algo que suceda de la noche a la mañana, es más bien algo que se va ganando con la experiencia. Sin embargo, el aprender ciertas informaciones concretas le pueden ayudar a manejar mejor esos miedos que puede tener frente a la incertidumbre de todos los cambios que se avecinan.

Cada embarazo, cada parto y cada niño es completamente diferente, y lo que suceda en su caso puede incluso que no se parezca mucho a lo que vio en el curso, pero tener ciertas informaciones almacenadas en la cabeza le permitirán actuar de una forma más instintiva y tener al menos el conocimiento básico de cuáles son las opciones que se presentan a usted una amplia variedad de circunstancias. 

Encontrarse con otros padres

Todo el mundo necesita apoyo en momentos importantes de la vida, pueda que usted tenga a su familia o a sus amigos al lado suyo, dándole palabras de aliento y asegurándole que todo va a estar bien, pero muchas veces más que palabras, necesitamos un grado más relacionable de empatía. El hecho de asistir a un curso en el que encontrará a otra gente que está pasando en el mismo momento por una situación similar a la suya le hará sentir que no está solo y que podrá hablar con gente que realmente le entiende.

Además de tener con quién hablar e intercambiar consejos, es un enorme apoyo emocional y si logra establecer lazos de amistad, cuenta con la pequeña ventaja adicional de que los hijos de sus nuevos amigos podrán hacer las veces de compañeros de juegos de los suyos de vez en cuando.

Familiarizarse con el hospital o centro de maternidad

Si es usted quién dará a luz o ha llegado al acuerdo de estar presente con la co-madre al momento de dar a luz este punto puede ser interesante. Algunos hospitales, clínicas y centros de maternidad ofrecen los cursos en propias instalaciones por lo que puede ser una ventaja conocer de antemano el sitio y sus protocolos. Esto implicará en la madre un menor estrés, menor ansiedad, una mayor capacidad de reacción al sentirse cómoda con el entorno y un instructor (probablemente un profesional de salud del mismo establecimiento) que le conoce un poco mejor como persona y que, por temas circunstanciales, ha hecho un seguimiento continuo de su evolución.

Aprender sobre una amplia variedad de temas

De ser posible, busque un curso que pueda proveerle la capacidad de tomar lecciones con diferentes profesionales de la salud: pediatras, especialistas en lactancia, terapia ocupacional, psicólogos, profesores de niños pequeños, etc. Nunca está demás tener algunas informaciones de base, pues como ya sabe, nadie puede adivinar que traerá el futuro consigo, así que es mejor tener la capacidad de responder a una gran variedad de situaciones.

En lo que concierne a sus hijos, y más aún cuando se es padre por primera vez, no existe tal cosa como una pregunta banal. La posibilidad de entrar en contacto con varios profesionales le dará una mejor posibilidad de formular la pregunta precisa a la persona más apropiada. Al fin de cuentas no existe tal cosa como las preguntas irrelevantes, se trata más bien de encontrar el especialista que tenga el enfoque más apropiado para su tema específico.

Establecer un lazo más profundo con su hijo

A veces estamos tan concentrados en lo que va a pasar, en cómo controlar las situaciones, en si tenemos todo organizado de la forma correcta y en lo que puede o no hace falta, que olvidamos pensar en el bebé que viene en camino como una personita individual y única en sí misma. Gracias a las reflexiones de estos cursos usted tendrá mucho más presente, incluso desde antes de su nacimiento, que el niño, como usted, es un individuo con pensamientos y temperamento propios. Entenderá también que habrá situaciones que usted deberá confrontar y manejar por su cuenta. Estas clases a menudo tienen un enfoque de “ayudarles a crecer” en lugar del enfoque tradicional de “controlar sus vidas”, dándole así a usted y a su hijo la oportunidad de crecer juntos como individuos en lugar de simplemente concebirlos como una extensión de su existencia.

 

Desventajas

Precios

Como lo puede imaginar, no existen precios promedio para este tipo de cursos ya que no son obligatorios. Lo hay de todos los rangos de precios, desde los más básicos y casi gratuitos ofrecidos por ciertos organismos públicos y ONGs hasta aquellos que tienen costos bastante elevados. Los hay con un pago único por la totalidad del programa, otros que se pagan por semanas o incluso por sesión, claro, todo depende de cual se acomode mejor a su bolsillo. En todo caso, no dude en averiguar con las autoridades locales, hospitales, centros de maternidad e incluso organismos sin ánimo de lucro para ver si existe alguna forma de financiarlos en su zona.

Horarios poco flexibles

Estos cursos se hacen en grupos mayoritariamente, por lo que se suelen privilegiar horarios en los que la mayoría de las personas se encuentren disponibles, esto implica que generalmente se lleven a cabo durante la noche luego de la jornada laboral o los fines de semana. De la misma forma, otro tipo de grupos de apoyo o cursos (lactancia, postparto, etc.) suelen hacerse durante el día en la semana, lo cual puede ser un obstáculo para las personas que deben volver a su trabajo en poco tiempo o que no tienen dificultades con el acceso al cuidado infantil.

Demasiado amplio o demasiado centrado

Desgraciadamente es imposible encontrar un curso de paternidad que sea perfecto para todo el mundo. Hay algunos cursos que no van a tocar todos los temas que usted desea, otros que le harán sentir que es demasiada información, lo cual puede ser desmotivante, sobre todo cuando usted tiene una agenda apretada.

Ya sea que se trate de un curso de paternidad o de copaternidad , no dude en preguntar de antemano por el programa, si bien esto no le dará todas las respuestas siempre puede tener una idea más generalizada de los temas que se van a tratar. Y recuerde evitar los cursos de paternidad paralela, pues se orientan más al tema del divorcio conflictivo.

Instructores que no se adaptan a sus necesidades

Puede ocurrir que la hoja de vida de su instructor sea impecable, pero a la hora dar el curso sea un desastre.  No dude en pedir una cita previa o llamar antes, hacer un par de preguntas y ver cómo se siente usted con la forma de comunicar del instructor. No dude en comentarle que se trata de un acuerdo de copaternidad y preguntarle si cree tener las herramientas para asesorarlo en su proyecto de familia. Un simple contacto previo le dará una idea global sobre quiénes son los instructores, cómo son con sus estudiantes y que le pueden aportar a lo largo del curso. 

Si tras haber leído esto, aún se está preguntando qué tipo de curso debería tomar, la recomendación es que no se fije tanto si es un curso especializado para co-padres, más bien dele prelación a sus inquietudes concretas y vea si le preocupan más ciertos temas en específico (dolor en el parto, lactancia, etc.) o si prefiere una clase que abarque un poco todo (desde dieta y procedimientos hospitalarios hasta medicamentos para el dolor y cuidados posparto). Sepa que siempre puede hacer un par de preguntas antes de tomar una decisión y explorar con calma las opciones disponibles cerca de usted. Las herramientas en sí y el bienestar del niño son lo que más importa, lo demás es accesorio.